Sin duda alguna el inicio y alargamiento de la cuarentena para contrarrestar los efectos de la temible epidemia ha afectado a gran parte y en totalidad a negocios pequeños y grandes de nuestro país, sin embargo, muchos de los propietarios y vendedoras han tenido que utilizar y reorganizar sus negocios haciendo de estos unos más implementados, pero sobre todo negocios en donde la creatividad es una característica que salta a simple vista.
Este es el ejemplo de la Sra. Beatriz Gutiérrez quien con 48 años espera amanezca el día para después de hornear sus tan atractivos y sabrosos cachitos acompañados de la variedad e infinidad de panes sean la mejor compañía para los desayunos en estos tiempos en donde la mayor parte de tiempo las familias se congregan en la mesa para compartir.
Ella nos cuenta que desde que todo empezó se vio afectada desde la compra de los insumos que ella utilizaba hasta el punto en que las antiguas esquinas que ella recorría y vendía ahora estaban ocupadas por personas que al igual que ella salían de sus casas para volver a las suyas con dinero.
LA Sra. Beatriz manifiesta que en estos días perdió el 28 % de sus ganancias habituales en estas temporadas, lo que en definitiva termina siendo desfavorable para su negocio y mucho menos para sus hijos que ante este hecho tuvieron que abandonar sus estudios momentáneamente, para se quienes al llegar a casa su madre puedan ayudarla en los quehaceres de casa.
Un cachito más y volvemos a ganar es la nueva travesía que implemento para que aquellos de sus compradores habituales, reciban un llavero que esta misma coció a mano junto a sus hijos para determinar y reconocer quienes eran sus caseritos en compras y hacerles alguna promoción en alguna de sus compras, con la intención que esta retorne prontamente, esto le permitía que al día tan solo más de 35 personas realicen cuadras de cuadras de colas para probar aquellos cachitos que terminaron siendo su más rico y lindo sello de oro.
Redactado por: Karen Hidalgo León
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