¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Sin duda alguna en tiempos de coronavirus es una de las preguntas que más solemos hacernos; todas las noches al promediar las 6 de la tarde debemos esperar en casa hasta que el toque de queda termine a la mañana siguiente. ¿Pero realmente esto hacen todas las personas?
Aparentemente termina no siendo así, pues solo en nuestra provincia ya son 3715 casos confirmados y somos la 7ma Región de nuestro país con mayor índice de contagios hasta la fecha de hoy, y resulta siendo algo poco creíble que pese a esta situación la gente abunde por las calles y las recorra como si nada estuviera pasando.
Sin embargo, el aislamiento y el uso de mascarilla para caminar por los alrededores de la ciudad y el mantener una distancia de por lo menos un metro de separación de una a otra persona, para muchos han sido medidas que han sido tomadas solo por las personas que realmente quieren sobrevivir a esta pandemia mundial.
Las calles no solo están siendo tomadas por este virus silencioso, también está siendo tomada por la informalidad y falta de conciencia de muchas personas que sin repudio alguno camina sin mascarillas, se pasea sin rumbo definitivo, y que aparentemente no le teme a nada.
¿Se mantendrá ese nulo temor cuando las cifras crezcan? ,nadie tiene una respuesta definitiva, y mientras algunos encuentren aquella respuesta a los demás nos queda el probar que Chimbote esta teniendo un rostro, uno en donde ni el acero ni la pesca nos hace merecedores de aplausos, aplausos que quienes si son merecedores los observan a través de las ventanas de los hospitales que es u nuevo comando de lucha, un rostro donde al parecer muchos sufren por precarias formas de vida y están postrados en cama y otros disfrutan de esta cuarentena paseando por las calles sin pensar en los demás.
¡Esperemos este no sea el nuevo rostro de Chimbote!
Fuente: Paul Meza Castañeda Redactado por: Karen Hidalgo León
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